lunes, 30 de junio de 2008

Dia 7 : Pekin, La Gran Muralla


Para disfrutar de la muralla china nos tuvimos que despertar relativamente temprano, a las 6.30. En un pispás estábamos desayunando y salíamos en dirección a nuestra estación de metro. Nos dirigimos a la estación de larga distancia donde en teoría se podía coger un bus turístico que nos llevaría a Jinshanling o Simatai, zonas de la muralla china alejadas de las más turística de Badaling, que se encuentra remodelada y muy accesible desde la ciudad, con parada de metro cercana incluida.


Como siempre, las indicaciones para la estación de bus no eran muy exactas. Al salir de la estación dimos un paseo bastante largo (estamos haciendo unas piernas que ni Alberto Contador) y llegamos a la estación de larga distancia. Se trata de una estación enorme, que como no, se encuentra en obras. Entramos en la primera zona de la estación y al preguntar en la caseta de obra habilitada como zona de venta de billetes nos dijeron que teníamos que rodear la zona para ir a la salida del bus que nos llevaría a Miyun, el 980. En teoría , el autobus que habíamos leido existente entre Beijing y las zonas de la muralla no existía. Nos decían que teníamos que coger un bus a Miyun y desde allí otro a Jinshanling o Simatai. Una señora que allí se encontraba insistía en que no había bus desde Miyun y que tendríamos que tomar un taxi allí. Otra señora se ofreció a acompañarnos hasta el bus 980 ya que ella también iba (casualmente) en esa dirección. También ella nos decía que no había bus directo desde Miyun a Jinshaling.


Una vez en Miyun (tras 70kms y casi 1 hora de camino) nos asaltaron los hawkers. Esos taxistas sin licencia que esperan a los extranjeros para obtener una carrera beneficiosa. Uno de ellos nos perseguía por la estación mientras nos dedicábamos a buscar el bus que iba a Simatai o Jinshanling. En los buses los conductores nos decían que no había buses y el chino nos seguía para comprobar que no lo encontrábamos. También nos seguía la señora que nos acompañó en el bus, otra “conductora” amiga.


Como los buses no iban a Jinshanling (o al menos eso decían) negociamos con el fenómeno que nos seguía. Su primera oferta , papel en mano, (a falta de calculadora cualquier método es bueno para pintar cantidades) era de 220 RMB ida y vuelta. Nos parecía un precio desorbitado ya que si sumábamos los 30RMB que nos habían costado los billetes nos poníamos en 250RMB, el precio del viaje en una excursión turística organizada de las baratas (por persona, no por pareja). De todas formas, pasamos del chino que nos siguió pidiendo precio. Como veíamos que lo que pasaba es que nadie nos quería ayudar para sacarnos la pasta decidimos que una posibilidad era tomar el taxi sólo de ida y luego ya allí tomar el bus de vuelta. Negociamos de nuevo el precio con nuestro amigo el chino que nos dijo ahora 110 RMB por sólo ida, es decir, la mitad del precio ida y vuelta. No satisfechos con el precio nos pusimos a buscar el bus de nuevo, pero el chino estaba todo feliz porque sabía que no lo encontraríamos. Le dije a Bruno que nos marchásemos a Beijing de vuelta, total sólo habíamos perdido 1 hora y podíamos ir a Badaling tranquilamente, aunque no fuera tan buen tramo era mejor que ser estafados. En cuanto oyó Beijing y vio que nos dirigíamos de nuevo al 980 de vuelta el buen señor nos dijo que le hiciéramos una oferta .Le dijimos que 60RMB a lo que le contestó 90RMB. Seguimos manteniéndonos en los 60RMB y dirigiéndonos de nuevo al 980. Así hasta que llegamos a los 70RMB. Una vez en las puertas de su taxi le dijimos que 60RMB o nos íbamos, así que comenzamos a caminar y dijo , OK OK 60RMB.


El viaje de 1 hora de duración fue un auténtico escándalo. Se trataba de un Hyunday que no pasaba de 80 incluso adelantando. Generalmente lo llevaba en tercera, supongo que para ahorrar gasolina. Los adelantamientos eran escandalosos, por el arcén de la derecha (hubiese o no un ciclista por ejemplo) o por la izquierda sobre línea continua y con coche viniendo de frente. Sólo se amedrentaba en el caso de que el que viniera de frente fuera un camión ya que veía que en el golpe llevaba las de perder. Los adelantamientos en tercera eran desesperantes, duraban una eternidad y tenías la sensación de que cualquier cosa podía pasar.


Una vez en Jinshnaling nos encontramos con un chaval americano que hablaba chino, un poco engreído en el trato y al que preguntamos si el precio que habíamos pagado era justo y que nos dijo que sí. También le pedimos que preguntara por el bus de vuelta y el chino que nos había traído le dijo que SI, que lo había. Daros cuenta de como son algunos chinos.


Una vez en la muralla tomamos un teleférico hasta pasadas las 5 primeras torres del tramo ya que habíamos leído en un blog que la subida hasta el principio de la muralla era una pérdida de tiempo. Con el teleférico te plantabas al comienzo de la zona dura de la muralla de Jinshanling. En la cumbre nos esperaban los mongoles cargados con botellas de agua, camisetas, que a menos que les dijeras claramente que no les ibas a comprar nada te iban persiguiendo.

La muralla es lo más espectacular que hemos visto hasta ahora en China. Es enorme y se encuentra en un enclave tan inaccesible que te hace preguntarte como la construyeron. ¿Cómo hicieron para subir hace 2000 años semejante número de piedras? ¿O la maquinaria necesaria para levantar las fortificaciones o torres para las guarniciones? En la zona más ancha de los dos tramos que recorrimos habría 6 metros y en la zona más estrecha 2.5 metros. Había pendientes de más del 60% con escalones altísimos, que , si los chinos eran más bajitos que los de ahora, tenían que sufrir realmente para subirlos cargados con armaduras y lanzas. También hay zonas con escalones más bajitos pero aún así el esfuerzo es brutal. Nunca me he arrepentido tanto de no estar en forma y hemos hecho trekkings extenuantes... Había zonas en las que teníamos que descansar cada torre (las torres suelen estar separadas entre sí por 500 metros) y otras en las que teníamos que descansar cada 100 metros subidos.


En el camino tomamos unas fotos increíbles y también conocimos a una pareja de italianos muy majetes con los que estuvimos hablando de nuestras experiencias en el viaje de momento. El nos comentó anécdotas escatológicas que os voy a ahorrar y nos habló del asco que pasó en un mercado de pollos...



Una vez acabada la muralla (nos llevó sobre 4 horas de caminata) llegamos a un puesto donde te podías tirar en tirolina, unos 500metros sobre un río para acabar en una presa y ser transportado en barca hasta la base de Simatai (hicimos dos tramos de muralla en total, saliendo de Jinshaling y acabando en Simatai). La tirolina fue genial, relajante después de tremendo esfuerzo y además nos ahorraba 40 minutos de camino por el monte , y ya no queríamos caminar más.


Al llegar a la base en Simatai nos dirigimos al puesto de información , les comentamos que había un bus directo a Beijing y dijeron que no lo conocían (a lo mejor era un error de las guías , podría ser) pero tuvimos una conversación reveladora con la chica que trabajaba en información en inglés de boli y papel. Esta es una de las conversaciones más interesantes que hemos tenido desde que llegamos a China y que son un indicativo de la situación del pais.


Existe un bus de Miyun a Simatai o a Jinshaling. Ese bus vale 4RMB. El precio justo del taxi a Jinshaling serían 20RMB (es lo que cobrarían a un chino) y de 15RMB a Simatai. Es decir, 10 veces más caro pedía inicialmente el granuja. Los conductores de autobuses de línea regular están conchabados con los de taxis irregulares para no ayudar a los extranjeros y así poder timarles a gusto, de hecho todo el mundo lo hace y lo toman como algo normal. Cuando le dijimos que no era justo y que pensase que diría si cuando viniera un chino a España le cobrasen 10 veces más en el taxi como se sentiría. Ella decía que si, pero que claro, que eramos extranjeros y podíamos pagarlo. Vamos , muy justo...


A todo esto , durante este proceso de aprendizaje nos sorprendió que apareció en el mostrador la primera china (la que habíamos visto en la estación de bus de larga distancia) y que casualmente también era conductora. La recepcionista no lo sabía así que le escribimos en un papel que era conductora y dejamos de hablar del tema. La señora había venido a controlar. La recepcionista tenía miedo genuino a la reacción de los conductores.


Esta señora, después de que dejásemos a la recepcionista vino a indagar de que país éramos y nos preguntó por los precios de los buses, como si ella no los supiera claro. Cuando le dijimos que 19 RMB decía, barato, para venir desde Beijing.


Normal, ella quiere seguir viviendo del cuento y tiene miedo de que españoles en el futuro vengan con la lección aprendida. Por supuesto, todo esto que hemos sacado de la recepcionista tendremos a bien publicarlo en cuantos idiomas podamos en los foros más importantes para chafarles el negocio a los ladrones.


La recepcionista buscó en internet con el móvil las horas a las que salía el bus y nos dijo que había dos, a las 4 y a las 6 hacia Miyun y que después el 980 de Miyun a Beijing lo había express y normal. Nosotros tomamos el express. En cuanto al bus de Simatai a Miyun, fue toda una experiencia. Un bus más parecido a una furgoneta Volkswagen que a un microbus tenía espacio para 20 plazas pero alojamos a más de 40 haciendo paradas en sitios ruinosos y compartiendo espacio con todo tipo de fauna.


Al llegar a Miyun tomamos el express y llegamos a Beijing , a la misma estación que a la salida pero a una parada en la esquina opuesta del bloque. No veáis el tiempo nos llevó situarnos...


Después de una cena en el hotel y de probar una riquísima ternera con bambú nos fuimos a dormir un rato para poder levantarnos y ver a España. También cogimos otra noche de hotel porque no nos apetecía irnos sin dormir al avión después de ver como por fin la roja hacía algo y seguía las lecciones que le estaban dando los del baloncesto. (Más equipo menos ego y menos millones, que 24 por ganar son muchos).


La del aliento: Menuda fenómena, fue entrar ella y oler todo el bus a ajo. Un olor que no se fue en lo que restó de viaje, que daño para la pituitaria.

Un poco de historia: Los chinos en los tramos donde era muy complicado acceder a la muralla empleaban cabras para que llevasen sobre sus lomos ladrillos de uno en uno.

domingo, 29 de junio de 2008

Dia 6 : Pekin, el Templo del Cielo



Para ir a la estacion de metro desde nuestro hotel hay que dirigirse a la estacion de tren o en su defecto salir recto,cruzar la siguiente avenida y seguir recto hasta la siguiente avenida. Justo pasando una mezquita ir a la derecha y todo recto hasta la estación.

Una vez en una estación sólo hay que conocer la parada para hacer un cambio de línea o para salir. Esta es la parte complicada,ya que generalmente no asocian los monumentos o pois con paradas de metro o de bus y entender las calles es complicado para un extranjero sin noción alguna de chino.

La entrada del templo del cielo cuesta 35 rmb por barba para entrar en cualquier lado. En el parque la gente baila,hace gimnasia o juega con discobolos , son todo jubilados con mucho tiempo libre, para ellos el acceso es gratuito. Los ancianos tienen tablones donde cuelgan los periódicos hoja a hoja tras el cristal y los leen gratis de pie.

En los corredores, los chinos se disponen en grupos según las preferencias de entretenimiento: jugar a las cartas, las damas chinas,cantar, tocar instrumentos... No hay jovenes. Aquí todo gente mayor. Poco mas adelante se entra en la zona de los templos,todos muy conservados y muy del estilo chino. Son peculiares, en una de las estructuras de anillos de mármol concéntricos se suben y se ponen a gritar. Se supone que subido a esa losa y gracias a los anillos concéntricos tu voz resuena mucho más fuerte. Vamos, cosas de emperadores, porque en realidad da igual que estés sobre ella que no, que suenas igual. También tenian tela unos monjes shaolin de paseo que se ponian a hacer posturitas y sacarse fotos.

Salimos por la puerta oeste y preguntamos a un chino señalando un mapa como ir a la plaza de Tiananmen. Muy amablemente, se cruzó de calle con nosotros, se leyó los símbolos de todas las líneas y nos indicó en que bus subirnos y en que parada bajarnos, todo por gestos. Le costó encontrar el destino, las lineas (más de 900 hay en Beijing) y paradas tienen un listado, pero con más de 40 paradas por linea, es complicadillo. Nos subimos y después de que la china revisora (en los autobuses va un revisor al que pagas y un conductor suicida) buscara por megafonía alguien que hablara inglés y nos tradujera quedó en darnos un toque para bajar.

La linea para ir a Tiananmen desde la puerta oeste del templo es la 803 y la parada la 39 cobrando 1 yuan.

Tenemos que destacar que el restaurante que más se ve es el KFC, los hay a patadas y están a reventar, aunque es normal con 14 millones de habitantes en Beijing. Debe ser que les gusta sobremanera el pollo frito, normal; comiendose las patas de las gallinas fritas el kentucky debe ser belle cuisine.


En el McDonalds hemos probado una fajita china de pollo rebozado en una especia que picaba bastante , alternando lo tradicional con lo moderno disfrutamos de todo.

La plaza de Tiananmen es enorme y está atiborrada de gente, chinos, extranjeros, soldados y policias. En ella se encuentran la casa del pueblo, el mausoleo de mao, las estatuas de la revolución en la plaza de la revolución y varios edificios mas. Ademas comunica con la Ciudad Prohibida. Lo que mas llama la atencion es la grandiosidad de las edificaciones. Ya sea el imperio o la revolución si algo tienen en comun los chinos es que les gusta hacer las cosas grandes.

En la plaza, algo curioso, los chinos no se sientan en el cesped sino en el borde de cemento mirando hacia el. Suponemos que será por la policía y no por civismo extremo ya que los escupitajos los sueltan tan tranquilos.
Sobre el tema de los escupitajos, algo que antes era bastante normal, ahora la gente va controlándose, y a pesar de que puedes oir el típico carraspeo, normalmente el escupitajo suele acabar en la papelera, en el cesped y si vas en el autobús en unas bolsas que te dan a tal efecto. Aún así, todavía quedan fenómenos que escupen donde les place.

Al mercado de la seda (linea 1 parada yonganli) se accede directamente desde la parada de metro. Nada más salir ya te encuentras con los puestos que venden todo tipo de réplicas. Las vendedoras reconocen tu país de origen por detalles de tu ropa,tu acento o una simple palabra que le digas a un acompañante y te intentan colocar mercancia por precios abusivos que si regateas te dejan en el 10% del original o incluso menos. De esto se quejan incluso los locales, que cuando van a comprar ahí obtienen peores gangas que los extranjeros. Venden de todo y todas las tallas. A Bruno le han asaltado diciéndole que tenían cosas para él, también les ha llamado la atención la barba. Parece ser que no les gusta nada el vello facial.

En cuanto a la calidad, varía poco aunque la electrónica no es para nada recomendable. Las compradoras emplearán siempre las mismas frases,no me rompas el corazon, para tu mujer, no bromees conmigo,etc no os preocupeis poned siempre la mejor de vuestras sonrisas y aguantad el chaparrón. Si no quereis pagar mas marcharos con una sonrisa y os perseguirán. Sino, puede ser que hayais acertado lo que les cuesta a ellos y al no sacar beneficio no irán tras vosotros.

Tras dar unas vueltas por los puestos nos acercamos al mercado local chino, donde no se podía ver un solo extranjero y donde las caras de asombro de los chinos eran muy destacadas. Veían pasar a dos extranjeros tan altos y se preguntaban, ¿pero qué hará esta gente aquí? Este mercado, situado al otro lado del Zoo de Beijing es el que usan los locales para comprar lo que luego venden en el mercado de la seda. Así que si en el mercado se puede sacar por 35RMB en éste pobrablemente salga por 15RMB. Es un sitio realmente curioso ya que en un edificio como el del Corte Inglés hay miles de tiendas pequeñas donde venden prendas de ropa a precios irrisorios.

Lo malo de este sitio es que nadie habla inglés (algo normal en China por otro lado) y que no hay probadores, si te gusta te lo llevas. Con un poco de suerte podrás probartelo por encima y ver que pasa...

Después de salir del centro comercial , cogimos le bus y la encargada de los tickets nos ayudó a localizar la parada del metro, nos bajamos y para el hotel a acabar otro día redondo.

Y de regalo, un vídeo de los chinos jugando en el templo del cielo

sábado, 28 de junio de 2008

Dia 5: Palacio de Verano y el Sillicon Valley chino


El palacio de verano era el centro vacacional de los emperadores de la dinastía Ming. Aquí se venían a montar en barca y navegar por el lago (como los madrileños con el Retiro vamos) y ahora se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de Pekín.

Comenzamos el dia con el buen desayuno buffet y como siempre saliendo por patas para aprovechar el tiempo. Cogimos la línea 2 del metro y bajamos en la parada de Xizhimen. Al salir de la parada nos encontramos con dos extranjeros que tenían pinta de ir también al palacio de verano e íbamos tras ellos cuando nos dimos cuenta de que hablaban español. Resultaron ser un matrimonio que venía a hacer turismo (igualito que nosotros) y que llevaban en sus manos la guía del País Aguilar (recomendación: ni se os ocurra comprar nunca una guía de esta gente, que poca información y que mal recopilada).

Nos pusimos a hablar con ellos y como íbamos al mismo sitio decidimos ir juntos. Es lo que tiene ser viajero y para más inri español, que te arrejuntas en nada. Caminando en dirección al zoo íbamos buscando la parada del bus que no aparecía ningún lado. Como no tenemos ni idea de chino y a este paso no creo que vayamos a aprenderlo, la verdad, fuimos caminando hasta que decidimos tomar la línea 808 que era una de las recomendadas en los blogs para hacer la visita. Esta línea te deja en la puerta norte del Palacio y desde ahí hay que ir bajando para llegar al lago que es la base del palacio. En la bajada vas viendo numerosos templos, puntos de interés donde hacer buenas fotos y vistas del lago.

El palacio de verano era oficialmente el retiro veraniego de los emperadores, algo asi como Miravent para los borbones. El problema es que cuando más lustre se le sacó fue en el período de la reina madre Xixi, la madre del último emperador, que fue la que más dinero se gastó en poner el palacio a su gusto. La señora en cuestión era una egocéntrica a la que le gustaba mucho gastar el dinero de su pueblo. De hecho, una de sus grandes hazañas fue quedarse con 5000 monedas de plata que iban a ser destinadas al ejército para hacerse un barco de madera simulando mármol con unos espejos de cristal enormes en la primera planta.


El caso es que la señora era un poco hortera en su conjunto porque en las distintas habitaciones dedicadas a su ilustre figura en los edificios se le puede ver siempre como centro de atención con maquillajes horripilantes y peores vestidos. Además, para que negarlo, era muy fea.

En el palacio de verano se celebraban varias recepciones de todo tipo y los emperadores coleccionaban récords de visitas a lo largo de sus mandatos. Así había emperadores que lo habían vistado 80 veces. En cuanto a la arquitectura, es la de siempre, no cambia mucho pasen los años que pasen. Edificios tipo pagoda, con figuras protectoras en las cornisas, mucha madera y mala pintura. Los chinos debieran aprender de los japones la conservación de sus templos.

Lo que más llama la atención del palacio es el número de escaleras. Pensar que para llegar al palacio del emperador habría algo así como 3000 escaleras. Si además pensamos que esta gente era vaga redomada, pensad como sería ser portador de esta gente si cada uno de sus palanquines llevaban cuatro o seis porteadores (que dolor de riñones entra solo de pensarlo).

En otra de las salas nos hicieron una demostración de teatro chino con acrobacias, representación musical y baile. Eran los jardines del palacio, donde la reina Xixi escuchaba música. Pensad como era esta señora que tenía un edificio sólo para cambiarse de ropa y unas ventanas para tomar el aire.

Después de visitar alguna sala más dejamos a nuestros compañeros de viaje y nos dirigimos de nuevo a Xizhimen donde, poco más adelante, se encuentra el Sillicon Valley chino. Se trata de un barrio dedicado a la tecnología con 6 bloques de edificios de 10 plantas todos ellos dedicados a productos informáticos, móviles y lo que se os pueda pasar por la cabeza. Para que os hagáis una idea , todos los fabricantes tienen puestos donde se realizan las ventas. En la última planta hay un equipo de nerds que se encargan de montar los pcs. En las plantas bajas se dedican a la venta de los dispotivos móviles (sin ningún tipo de control de potencia, para que frían las neuronas a esta gente).



En los puestos, la gente intenta captarte con su inglés macarrónico. Si demuestras el más mínimo interés, estás perdido. Imaginad como sería el sitio para que no nos quisieramos parar mucho. Lo mejor sin duda las chinas que atendían los distintos stands. ¿Sabéis como en las exposiciones de electrónica siempre se hacen recopilaciones con las mujeres? Pues se podría hacer una recopilación así en estos edificios. El problema es que está prohibido sacar fotos a las tiendas y a los empleados. Temerán que les robes secretos de estado o que publiques sus precios, que por cierto, en general no son tan buenos. Salvo contadas ocasiones, y teniendo en cuenta el poco interés que mostramos por el tremendo aturullamiento que nos producía el entorno, no vimos nada sobresaliente. De hecho encontramos cosas más caras que en España. Eso sí, tienes de todo a mano, tienen stock de todo lo que te puedas imaginar y no dudan en llevartelo a casa montado en carritos de madera tirados por bicicletas (y en España nos molestamos en usar empresas de transportes).

Después de pasear por la zona electrónica, nos dirigimos a la búsqueda de un supermercado para poder observar los productos en las tiendas chinas. Mientras buscábamos lo que al final sería un Wu-Mart nos desplazábamos por un centro comercial subterráneo que iba por debajo de todos los edificios de tecnología. Se trata de uno de los centros comerciales más grandes del mundo con cerca de 700000 metros cuadrados. Es un centro comercial caro para lo que te podrías esperar de china,con tiendas de marca y tal como está de boyante la economía china, abarrotado. En las distintas tiendas de marca muchísimos empleados ociosos ya que los sueldos son tan bajos que las tiendas tienen 14 empleados por ejemplo, en una tienda que en España llevarían 3 a lo sumo.

Tras realizar nuestras compras y ver por ejemplo sacos de arroz de 20 kilos, animales varios presurizados (no querráis saber cuales), fruta realmente cara y muchos prodcutos que no habíamos visto en nuestra vida nos fuimos para el hotel a degustar más platos de la gastronomía china (evitando comernos la carne de pollino, que Platero nos caía bien) y para la cama a finalizar el día.

Os dejamos de regalo una actuación de las que vimos en el Palacio de Verano, grabada con la cámara de fotos así que no esperéis grandes cosas.


viernes, 27 de junio de 2008

Dia 4: Pekin , La Ciudad Prohibida


Como aquí el día empieza a las 6 de la mañana, nos hemos levantado tempranito. Bajamos por recepcion a recoger nuestro ticket de desayuno a 5 rmb (0.5€) y fuimos al buffet. Hay unos 10 platos de comida china para escoger. Entre ellos algas, huevos cocidos,verduras, pastas, panes chinos y bizcocho o tostada. No sirven mantequilla y tanto el zumo como el café son en polvo. Aún así cumple su cometido, llena y da fuerzas hasta el mediodia.
Los chinos se ponen las botas con los huevos cocidos, se pueden comer hasta 4 o 5 sin problemas para desayunar.

Hoy hemos decidido ir a la Ciudad Prohibida, y como decían que estaba a 1 Km caminando, hemos ido para ver la ciudad. Atravesando la via principal de Pekin hemos visto las tiendas de las grandes firmas, hoteles suntuosos y edificios oficiales enormes.
La verdad es que el km se nos ha hecho bien largo, yo diría que son más bien 3. Las distancias aquí no son pequeñas, todo queda a bastante distancia entre sí.


Hemos seguido caminando y hemos entrado en una muralla enorme. Pensando que estábamos en la Ciudad Prohibida nos hemos puesto a caminar por un parque muy bonito donde había guardias comiendo y durmiendo (aquí hay guardias y soldados en todos lados, sentados, sin aparentemente hacer nada). Al ver que no era la Ciudad Prohibida hemos caminado por lo que parece ser un hutong (barrio tradicional chino) adyacente que olía a rayos y donde la gente compraba comidas indescriptibles. Seguimos caminando para llegar a otra muralla exterior donde un pequeño bus esperaba para llevar a gente a la puerta principal aunque no lo hemos cogido porque ademas de a ver China, hemos venido a hacer ejercicio.

Ya en la Ciudad tienes que pagar la entrada y si quieres, como nosotros, el alquiler de una guía de audio con posiciones grabadas para que te lo vayan contando. Lo que sacamos en claro es que los emperadores eran unos despilfarradores y mas chulos que un ocho para tener la casa mas grande posible.

La ciudad tiene partes bien conservadas y otras muy hechas polvo. Las rehabilitadas están bien pero está tan a tope de gente que pierde su encanto. Esto era impresionante en el Último Emperador de Bertolucci. Estar solo en semejante palacio y tenerlo como palacio de juegos,telita. Si ademas tenemos en cuenta que eran 7 kilometros cuadrados, haceros una idea.

Despues de 5 horas de paseo veriamos un 50% pero ya con pocas ganas de patear salimos por la puerta principal a la plaza de Tiananmen . Eso si, no sin antes presenciar por casualidad un cambio de guardia. Una tropa de 40 soldados desfilando en orden por toda la ciudad. Había gente que los perseguía simulando su caminar marcial un poco en plan burla. Nosotros sólo ibamos detrás porque nos coincidió. No queremos problemas con la ley.

Una vez en la plaza tomamos el metro en la parada de enfrente asi que cruzamos por el subsuelo los seis carriles y entramos en el metro. Aquí las grandes avenidas del centro no se cruzan por encima, casi no hay semáforos para no detener el tráfico y si quieres cruzar la calle, cada 100 metros tienes unos túneles por los que hacerlo. En el camino un anciano yacía borracho en la rampa de entrada y por fin nos enteramos de para que valian unos carriles en las rampas con escaleras. Para que la gente cambie de acera con la bici tambien.

Resulta que la parada de la estación de tren esta en obras asi que de nuevo pedimos ayuda en la calle a unas azafatas de hotel que con su inglés macarronico nos escribieron en un papel :por favor a la estacion de tren? Y se lo fuimos enseñando a la gente que amablemente nos guió.

Entramos en un supermercado en el que vimos productos tipicos como bichos presurizados, partes de animales que nosotros tiramos servidas fritas y otras lindezas. Como ya era de noche nos fuimos al hotel a cenar al restaurante. Cuatro platos para los dos muy ricos. Hemos tirado a por lo conocido por el momento, por lo que se parecen bastante a la comida china que tenemos en España.

De ahi era hora de irse a dormir porque estabamos hechos polvo no sin antes skypear y preparar el dia siguiente.

Lo que tenemos claro es que no vamos a ir por donde van todos los demás turistas. Aquí todos se cogen un taxi para ir a cualquier sitio. Por lo que hemos visto, suelen costar entre 12 y 20RMB (1,2€ y 2€) en trayectos urbanos cortos, pero es que así no se pulsa el ambiente. Nosotros haremos todo en metro y bus (que de por sí merecen ellos sólos unas cuantas entradas aparte).

El dato curioso: en uno de los edificios, un banco que tenia una gran plaza enfrente estaba un chaval de vigilante,la verdad era un poco ridiculo.

jueves, 26 de junio de 2008

Dia 3 : Dubai y llegada a Beijing

Ayer lo dejábamos en el aeropuerto. Resulta que Emirates se está construyendo una nueva terminal para operar , así que lleva a sus aviones a la zona que va a ocupar y nos transportaron a la “vieja” terminal en autobus. A las 7 de la mañana no hace excesivo calor en Dubai pero tampoco es fresquito primaveral. Los edificios (generalmente de cristal) están recubiertos por el fino polvo del desierto que, a pesar de ser recientes, parecen sacados de un paraíso postapocalíptico.


Al entrar en el terminal eso era como un mercado atiborrado de gente. Cientos de metros de terminal con gente sentada a lo largo,durmiendo debajo de las filas de asientos, pegados a las paredes, cambiando su dinero a la moneda de los Emiratos Árabes Unidos (UAE) también llamado Dirham. En el aeropuerto la mayoría de las tiendas aceptan euros,dólares, libras y dirhams. Pero el cambio que hacen en la tienda es más redondeado. En una de las oficinas del banco nacional de Dubai cambiamos 1 libra y 2 euros por15 dirhams. Nos estafaron un par de Dirhams pero tampoco era plan de montar un pollo.


Resulta que con 1 dirham (17c) te puedes comprar cualquier lata de refresco. Eso sí , un café o té te lo cobran a 8 dirhams mínimo. Es decir, por el precio de un café podríamos invitar a todos los lectores a una Diet Pepsi!! En el aeropuerto de Dubai el wifi es gratis pero está saturado. Sobre todo a la hora de nuestra llegada , las 7 am, que es hora punta y en ese momento hay una aglomeración de gente que asusta. A partir de las 10:30 am ya no había tanta gente y se podía navegar tranquilamente y respirar un poco.


Después de pasar el check in salimos de nuevo al aire libre en los autobuses y esta vez si que hacía calor. La página oficial situaba el termómetro en los 40º pero parece ser que suelen adulterar las cifras para que no sea tan traumático. La realidad es que hacía mucho calor, tanto o más que en Las Vegas , y eso son palabras mayores.


Esta vez nos toca volar e un A340-300. Hemos conseguido los asientos de primera fila, que son los más amplios con diferencia y la pantalla táctil es algo más grande. Se hace el viaje mucho más cómodo.

Los amigos de Emirates nos han dado de nuevo varias comidas e incluso un regalito de mini-neceser de viaje.


Para que os hagáis una idea paso a enumerar el menú de este vuelo:


Pescado ahumado servido con cuscús y una ensalada de pimiento tostado.


Principal a elegir entre:


Pollo estilo Thai cocinado en salsa de lima y tamarindo y puesto sobre fideos cocidos y fritos con salsa de soja.


Salmón cocido: con una tapa de tomate y salsa de basilisco , acompañado de pasta y un pisto de vegetales.


De postre un parfait de galleta de almendras suaves y nueces de macadonia.


Luego , queso, galletas , café o te y chocolates.

Después de la comida principal, te vuelven a servir un bocadillo (de queso), café , galletas, etc ... de merienda/cena. Durante este vuelo pudimos ver tres películas no muy buenas. Yo me decanté por Vanishing Point (de acción y chorradas contínuas) y dos comedias románticas que se dejaban ver pero que no eran nada deslumbrante.También aproveché para estar de charla con las azafatas en su zona de descanso. Como me aburría soberanamente aproveché para irme allí a cargar el portátil y hablar con ellas. Me dieron un vaso lleno de frutos secos que Bruno después devoraría. Estuvimos hablando de Japón (una de ellas, Yoko, era japonesa) y de Emirates con otra de las compañeras que era de Singapur. Al despedirme me emplazaron para que las ayudara en el siguiente catering. Aunque todo quedó en agua de borrajas porque cuando me vieron yo estaba dormido ... Salvado por la soneca!!


Al llegar a Pekín, un aeropuerto enorme nos esperaba. Totalmente nuevo, con unas bóvedas altísimas y muy espacioso, dando una sensación de grandeza. En el check-in no se molestaban en comprobar las mochilas , ni las pasaban por detectores... o confian en los amigos de Dubai o les da todo igual, no se que pensar. En cuanto al desplazamiento optamos por la opción más emocionante. Tras sacar dinero del cajero, en el cual para los 2000 RMB (o yuanes) equivalentes a 185€ nos cobraron comisión de 7€ (ya sabéis como es el tema de las tarjetas para futuras visitas), nos dirigimos a información donde nos indicaron la dirección al autobus. Como somos así de arriesgados elegimos el método de los locales para desplazarse. Después de intercambiar billetes con una amable señorita que tenía un fajo que ni Laureano Oubiña nos subimos a un bus con muchas dudas. La verdad es que no se explican muy bien, y les queda un buen trecho para que su inglés sea entendible, pero nos montamos... Dentro estabamos preocupados, ¿y qué pasa si a las 12am nos deja colgados el autobus en una zona chunga de Pekín?



Tuvimos la suerte de que se nos sentó a nuestro lado una señorita joven china, que por su edad y posibles pensamos que sabría inglés, pero craso error, a cada pregunta una cara rara de contestación. Hasta que vemos que coge su teléfono y nos pensamos "vayá, querrá que no le demos la chapa y nos hace la del móvil" pero se gira de nuevo y nos dice, sister... y nos pasa el teléfono. Del otro lado , su hermana que con nociones de inglés media entre nosotros tres para que al final la amable china nos acompañe a nuestro destino, que casualmente es el suyo. La suerte está con nosotros.



Al llegar a la estación de tren de Pekín, que es enorme como todo lo oficial aquí, nos dirigimos al hutong (barrio tìpico chino) donde supuestamente está nuestro hotel. Pero para no variar las buenas costumbres, nos perdemos entrando por otro lado, a un sitio complicado de ver y más de oler , donde los sorprendidos viandantes nos preguntaban si necesitabamos guia o vendernos cualquier cosa. Decidimos volver atrás y leer las indicaciones que un tripadvisor friend nos había dejado. Siguiendolas llegamos sin pérdida a nuestro hotel, que estará en un hutong, pero tiene a toda una comisaría de policía de escolta.



Tras hacer el check in sin mayores problemas descubrimos para nuestro horror que no hay maquinas de vending!!! que horror, y el agua no está embotellada para la máquina de café!!! con lo cual ni café ni bebidas frias pero sí un par de bollos que habíamos comprado en el Tesco de Birmingham y que nos sentaron a gloria.


A continuación , a dormir y mañana más...



La salvación: En los aviones llevan unas plataformas donde recargar portátiles. :) Como el viaje fue largo y había cosas que hacer lo sometí a una recarga a 12000 metros de altura.

Los pesados: En el avión viajaban varios nigerianos que vociceraban sin parar con un par de hermanos árabes , que parecían mafiosos, y que no dejaban de entrar y salir de la zona business, robando de ellas revistas, comida, incluso las almohadas... Al final lo que hacían era pagar uno por business y disfrutar de ella los dos, vamos, unos cracks. Eso si, al final la azafata jefa les debió echar una bronca y les dio su número de empleada para que pusieran una queja si querían.




miércoles, 25 de junio de 2008

Dia 2: El Bullring

Que nombre tan español verdad? Llama la atención, pero aún la llama más ya que es el centro comercial más grande que he visto nunca. Ni tan siquiera los enormes centros comerciales americanos le llegan a la suela de los zapatos. Se trata de una estructura formada por cuatro enormes edificios con plazas intermedias , situado en el centro de la ciudad y donde se desarrolla la mayor parte de la vida social de ésta.


He comenzado por el Bullring porque es espectacular, pero no comenzó así nuestro viaje. Lo primero que hicimos fue dejar el hotel, realmente trendy y dirigirnos a otro centro comercial, el Mailbox , mucho más pequeño que el Bullring pero que tiene el encanto de situarse en una esquina con acceso a los tres canales de agua de la ciudad. Cerca del Mailbox están construyendo a todo meter el Cube, un edificio con forma de cubo en el que me llamaron la atención las bolsas de restos de la construcción flotando en el río amarradas con cuerdas.
Una vez en el bullring después de comer (pasad del sitio de las baguettes si alguna vez vais, porque el bocata con jamón tiene como mucho 30gr de jamón) e iros al food court que hay unos sitios chinos, japoneses e indios que deben ser realmente buenos, porque la cola los rodeaba. También aprovechamos que estábamos aquí en el centro para comprar un adaptador EURO-UK para poder conectar los portátiles a la red en el aeropuerto. El adaptador lo compramos en el famoso y mundial mercado de Birmingham. Algo parecido a la piedra pero en cutre, con 100 puestos que se parecían todos los unos a los otros y que de ofertas no tenían mucho. Aún así el adaptador comprado aquí se vendia por 5x su precio en el aeropuerto (de 1.50 a 7.5) lo cual es una buena diferencia.


En el aeropuerto de Birmingham de nuevo (otra vez en la línea 900 aunque sin pérdida esta vez para localizar la salida) nos pusimos al día con el blog , intentamos hackear alguna de las 100 redes de pago sin resultados inicialmente aunque tras localizar un router abierto pudimos navegar. En la zona de embarque se nos dio por coger una conexión de internet por una hora. Aquí no había nada que hacer para hackear ninguna red y tuvimos que hacer como todos los mortales y pagar.
Una vez pasamos la zona de embarque nos dimos cuenta que hay detalles que hacen de Emirates una gran compañía. En la zona de espera antes de entrar en el finger del avión tienen un kiosko con 10 periódicos y 10 revistas de las cuales puedes coger las que quieras para que se te haga ameno el viaje. Entre el personal del avión tripulantes de todas las nacionalidades, hablaban al menos nueve idiomas, entre ellos una brasileña con la que cruzamos unas palabras en portugués. Las chicas todas muy jóvenes y muy guapas, totalmente uniformadas estilo asiático, pero clásico y excesivamente pintadas...


Otro de los detalles que diferencian a Emirates de otras compañías con las que hemos volado es que no paran de traerte cosas. Primero que si un tentempié, después la comida (cuatro platos incluidas dos ensaladas, un postre genial de toffe de vainilla y café y un pollo a la barbacoa que era para chuparse los dedos), a mayores unos bombones, las bebidas que te puedas tomar y de paso jugar al sistema de entretenimiento en vuelo (una pantalla personal e individual táctil que te permite tanto ver lo que ve el piloto del cielo en cabina o lo que se ve desde la cola, como 100 videojuegos de los clásicos y 20 canales de vídeo pasando películas actuales). Así es casi imposible que un vuelo sea aburrido y de paso que te veías una película, toma, galletitas de chocolate. A las 5 de la mañana, faltando 1 hora para llegar nos dieron el desayuno. Vamos , que nos pasamos las 12 horas del vuelo comiendo sin parar.


Al llegar a Dubai, lo primero que llama la atención es el petróleo, pasar por encima del golfo pérsico es un espectáculo, un montón de barcos petroleros transportando el crudo e incluso recogiéndolo de la superficie (unas lapas de petróleo que dejan en mancha de aceite la desgracia del Prestige). Acercándote a la costa de Dubai también llama la atención el skyline de la ciudad, decenas de rascacielos con estructuras cristalinas que brillaban al sol del amanecer. Además de las que ya estaban preparadas se podían ver un gran número de ellas en construcción. Se nota que es un nuevo destino turístico...Llegando al aeropuerto su terminal, parece un Shai Ulud (uno de los gusanos de Dune) con un montón increible de aviones conectados a los fingers. En total parecía haber más de 100 aviones en la pista. Y de ellos al menos 75 serían de Emirates. El aeropuerto parece ser de Emirates con el gran número de aviones y de edificios que tienen.
El resto de Dubai lo dejamos para el siguiente post.


El lugar: Primera planta Terminal 1 de salida, entre la tienda de zapatos y la de maletas, hay un router Belkin ofreciendo WIFI gratis.
La fenómena : Una chica muy mona que se pasó todo el vuelo, 12 horas, de cháchara con las azafatas de vuelo, de paseo por la zona rica y que por un momento me recordó a DiCaprio en Agárrame si puedes.
El dato: Sobrevolamos no una , si no dos zonas de guerra: Irak e Irán (se agradece poder ver por donde pasa el avión en la pantalla táctil).

Birmingham – Dubai
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martes, 24 de junio de 2008

Dia 1 : Por fin salimos


Salimos de Vigo a las 6 de la tarde con Carlos en el Polo de su hermana. A las 7.15 ya estábamos en el aeropuerto de Sá Carneiro de Oporto. La terminal está bastante bien, no llega al estilazo de la T4 de Madrid pero casi. Se han llevado el premio de mejor aeropuerto del 2007 así que algo habrán hecho bien. Después de realizar el check-in (en una línea abarrotada de güiris de vuelta de vacaciones) nos dirigimos a la zona de embarque donde perdimos nuestro antimosquitos... El staff de seguridad del aeropuerto es de Prosegur y la mayoría son españoles. Era muy curioso que hablasen con la gente en portugués. En la zona de embarque tuvimos que pasar nuestros pasaportes, porque claro, los británicos son así de suyos, y quieren que te registres siempre aunque seas europeo. Hasta en eso son raritos...

Cuando los de Ryanair abrieron el embarque primero pasaron los que pagaban 15€ por entrar en el avión de los primeros , después la gente que como un enjambre se había apelotonado para ser los primeros en la cola. Ya habiamos leido que la gente se volvía loca por entrar en el avión de primera pero la verdad, yo no le veo sentido. El avión es un 727-800 , para 250 personas con dos filas de 3 asientos, muy pequeños y con poco espacio. Al menos teníamos tres asientos para los dos pero eso sí, sobre el ala, que es donde más ruido hace el avión, aunque nos daba un poco igual.

Al llegar a Birmingham fuimos directos a la parada del bus, la página web explica muy bien como moverse por el aeropuerto y las mejores conexiones de salida se pueden localizar empleando el transport direct (un servicio de consulta de transportes del Reino Unido).La línea 900 te lleva directo al centro, se coge en la parada K que se encuentra en el parking. Por el doble del precio de un viaje se puede comprar el billete para tantos viajes como se quiera en un mismo día. Ojo, sólo durante el mismo día (información inexistente en la página web de la compañía) por lo que si llegáis a las 11 de la noche como nosotros no os merecerá la pena cogerlo. Después de 30 minutos en el autobus llegamos a Birmingham. La ciudad estaba totalmente muerta y lo que en google maps parecía muy sencillo, ir del punto A (parada del bus) al punto B (hotel) se convirtió en una tarea imposible. El principal problema es que no llevábamos impresa la calle del hotel y nadie sabía donde quedaban. Además , llamando por teléfono y hablando con el recepcionista (primer choque frontal contra el acento profundo inglés) no nos enteramos de nada.

Finalmente nos tuvimos que montar en un taxi y dar una vuelta del quince (aunque en ciudad el taxi es tarifa plana) rodear la zona centro de la ciudad que es enteramente comercial (shopping extreme).
Una vez en nuestro hotel y tras hacer el check-in nos encontramos con el equivalente de los pisos de la ministra a las habitaciones de hotel. Todas las habitaciones con cáma doble pegada a la pared acolchada, con un micro baño de diseño y eso sí, una pantalla de 40 pulgadas (a los pies de la cama) para ver el GH guiri. (Ojito al personal que se marcan en el equivalente a la casa de Guadalix de la sierra, con un negro albino y todo). El hotel nos gustó bastante, es un concepto similar a los nichos hotel de Japón, todo muy reducido , muy a mano y bien situado. Lo único malo es que el wifi gratis anunciado en la web resultó no ser tan gratis como se anunciaba. De todas formas y con lo cansados que estábamos de los preparativos y el viaje nos fuimos a dormir rapidito... a las 2!!
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La anécdota: Un fenómeno se llevaba de equipaje de mano un plato de satélite, ¿se lo compraría en el duty free?
Dando el cante: No se si es habitual, pero el piloto de Ryanair al aterrizar hace sonar por megafonía la marcha del sèptimo de caballería.

lunes, 23 de junio de 2008

Sólo lo necesario


Una vez localizamos los vuelos, se necesita decidir que tipo de viajero se va a ser. El hecho de emplear Ryanair y querer permanecer en presupuesto minimizando gastos junto a la necesidad de viajar ligero en un vuelo tan largo nos hizo decantarnos por dos mochilas. Una de 25 litros, marca Quechua, de Decathlon y la mítica Samsonite de toda la vida donde llevaremos todos los gadgets.


En OneBag te dan recomendaciones y listas en pdf geniales para seleccionar lo que vas a llevar y no olvidarte de nada. Me tomé la molestia de traducirla al español y de paso hacer algunos cambios para que se ajustase más a nuestros objetivos y necesidades.


Para ir a China es obligatorio pedir un visado. Los chinos son así y le sacan negocio a todo , además me supongo que el hecho de ser un país con tantos enemigos (o al menos ellos así llaman a la gente que apoya al Tibet libre por ejemplo) les hace tomar más precauciones de las necesarias. Para pedir el visado hay que acudir a una agencia que lo tramitará por ti (metiendo su comisión) o acudir a la Embajada China en Madrid o al Consulado Chino en Barcelona. Hay que descargarse un pdf (que en su propia página web es un desastre para las impresoras) y cumplimentarlo según queramos estar uno o tres meses y una o múltiples reentradas. El precio va a ser el mismo,pero las posibilidades de que se concedan, sobre todo en período previo a las Olimpíadas son muy reducidas. Hemos podido leer que el tema está complicado...


Una vez metemos en el embolado a Xan y Jóvito para que nos hagan las gestiones en los madriles comprobamos que como siempre, nuestro estilo de , hacer las cosas en el último momento funciona,pero tal vez con resultados poco óptimos. El hecho es que el precio del visado es de 25€ si es de una sóla entrada (que es lo que están concediendo estos meses) y eso en el caso de esperar una semana por él, pero como teníamos complicaciones para recibirlo antes de salir del país pagamos el recargo por ir a buscarlo un día antes (por un documento que ya estaba listo) y nos cobraron un extra de 25€.


En el Viernes anterior a nuestra salida (un Lunes) tuvimos la indecencia de solicitar las vacunas. En las oficinas de Sanidad Exterior se rieron en nuestra cara. Recomendación: Las vacunas hay que solicitarlas con al menos un mes de antelación pues sino pasan de ti y no te dan vez. Bruno se acercó a su antiguo centro de salud a ver si había suerte y casualmente la hubo.


Ese Lunes nos dio tiempo a solicitar el permiso de conducir internacional (por si acaso se nos da por alquilar unas motos) , cortarnos el pelo (Bibi te echamos de menos!!) , comprar todas las medicinas (aunque en el control del aeropuerto de Oporto nos hicieron desprendernos del bote de permetropina para ahuyentar los mosquitos de la ropa) ya que se pasaba la asombrosa cifra de 150ml!!! Recordar chicos, hay que consultar las listas de lo que se puede y no llevar ahora en los aviones, que la paranoia está en limites insospechados.

viernes, 20 de junio de 2008

Preparativos

Como sabéis en múltiples ocasiones hemos comentado que nos gustaría visitar Asia. Como hacen ya cuatro años de nuestro anterior viaje pensamos que ya es hora de volver a gastar zapatilla y hacer el indio por ahí.


Como no, nuestra intención es , ya que nos molestamos en hacer un vuelo intercontinental , que es lo que realmente cuesta, hacerlo gastando cuantos más días mejor. Con tal motivo nuestro viaje de inicialmente 30 días pasó a los 45 días.


En primer lugar había que decidir que países visitar, el itinerario a seguir, los mejores puntos de entrada y los mejores puntos de salida. De esta parte se encargó en mayor medida Bruno, que se recorrió todos los sitios habidos y por haber.


El mejor modo de localizar un vuelo es emplear buscadores verticales, que se encargan de realizar la búsqueda en todos los buscadores habituales. Como siempre resulta que el mejor hub aéreo del mundo es Inglaterra , ¿por qué será?, acabamos consultando Kayak y Opodo para localizar los vuelos. Una buena página para localizar las habitaciones de hotel para Europa es DestinoHotel y para Asia no está nada mal Agoda Decidimos salir de Birmingham con Emirates ya que eran los más baratos con gran diferencia y además daban una gran flexibilidad para cambiar punto de entrada y salida. De tal modo que salimos por Birmingham hasta Pekin, China y volvemos de Singapur por Birmingham también. La conexión con Birmingham se realiza a través de Ryanair con Oporto, de tal forma que se toman los siguientes vuelos:

Oporto-Birmingham-Pekin

Singapur-Birmingham-Oporto