sábado, 28 de junio de 2008

Dia 5: Palacio de Verano y el Sillicon Valley chino


El palacio de verano era el centro vacacional de los emperadores de la dinastía Ming. Aquí se venían a montar en barca y navegar por el lago (como los madrileños con el Retiro vamos) y ahora se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de Pekín.

Comenzamos el dia con el buen desayuno buffet y como siempre saliendo por patas para aprovechar el tiempo. Cogimos la línea 2 del metro y bajamos en la parada de Xizhimen. Al salir de la parada nos encontramos con dos extranjeros que tenían pinta de ir también al palacio de verano e íbamos tras ellos cuando nos dimos cuenta de que hablaban español. Resultaron ser un matrimonio que venía a hacer turismo (igualito que nosotros) y que llevaban en sus manos la guía del País Aguilar (recomendación: ni se os ocurra comprar nunca una guía de esta gente, que poca información y que mal recopilada).

Nos pusimos a hablar con ellos y como íbamos al mismo sitio decidimos ir juntos. Es lo que tiene ser viajero y para más inri español, que te arrejuntas en nada. Caminando en dirección al zoo íbamos buscando la parada del bus que no aparecía ningún lado. Como no tenemos ni idea de chino y a este paso no creo que vayamos a aprenderlo, la verdad, fuimos caminando hasta que decidimos tomar la línea 808 que era una de las recomendadas en los blogs para hacer la visita. Esta línea te deja en la puerta norte del Palacio y desde ahí hay que ir bajando para llegar al lago que es la base del palacio. En la bajada vas viendo numerosos templos, puntos de interés donde hacer buenas fotos y vistas del lago.

El palacio de verano era oficialmente el retiro veraniego de los emperadores, algo asi como Miravent para los borbones. El problema es que cuando más lustre se le sacó fue en el período de la reina madre Xixi, la madre del último emperador, que fue la que más dinero se gastó en poner el palacio a su gusto. La señora en cuestión era una egocéntrica a la que le gustaba mucho gastar el dinero de su pueblo. De hecho, una de sus grandes hazañas fue quedarse con 5000 monedas de plata que iban a ser destinadas al ejército para hacerse un barco de madera simulando mármol con unos espejos de cristal enormes en la primera planta.


El caso es que la señora era un poco hortera en su conjunto porque en las distintas habitaciones dedicadas a su ilustre figura en los edificios se le puede ver siempre como centro de atención con maquillajes horripilantes y peores vestidos. Además, para que negarlo, era muy fea.

En el palacio de verano se celebraban varias recepciones de todo tipo y los emperadores coleccionaban récords de visitas a lo largo de sus mandatos. Así había emperadores que lo habían vistado 80 veces. En cuanto a la arquitectura, es la de siempre, no cambia mucho pasen los años que pasen. Edificios tipo pagoda, con figuras protectoras en las cornisas, mucha madera y mala pintura. Los chinos debieran aprender de los japones la conservación de sus templos.

Lo que más llama la atención del palacio es el número de escaleras. Pensar que para llegar al palacio del emperador habría algo así como 3000 escaleras. Si además pensamos que esta gente era vaga redomada, pensad como sería ser portador de esta gente si cada uno de sus palanquines llevaban cuatro o seis porteadores (que dolor de riñones entra solo de pensarlo).

En otra de las salas nos hicieron una demostración de teatro chino con acrobacias, representación musical y baile. Eran los jardines del palacio, donde la reina Xixi escuchaba música. Pensad como era esta señora que tenía un edificio sólo para cambiarse de ropa y unas ventanas para tomar el aire.

Después de visitar alguna sala más dejamos a nuestros compañeros de viaje y nos dirigimos de nuevo a Xizhimen donde, poco más adelante, se encuentra el Sillicon Valley chino. Se trata de un barrio dedicado a la tecnología con 6 bloques de edificios de 10 plantas todos ellos dedicados a productos informáticos, móviles y lo que se os pueda pasar por la cabeza. Para que os hagáis una idea , todos los fabricantes tienen puestos donde se realizan las ventas. En la última planta hay un equipo de nerds que se encargan de montar los pcs. En las plantas bajas se dedican a la venta de los dispotivos móviles (sin ningún tipo de control de potencia, para que frían las neuronas a esta gente).



En los puestos, la gente intenta captarte con su inglés macarrónico. Si demuestras el más mínimo interés, estás perdido. Imaginad como sería el sitio para que no nos quisieramos parar mucho. Lo mejor sin duda las chinas que atendían los distintos stands. ¿Sabéis como en las exposiciones de electrónica siempre se hacen recopilaciones con las mujeres? Pues se podría hacer una recopilación así en estos edificios. El problema es que está prohibido sacar fotos a las tiendas y a los empleados. Temerán que les robes secretos de estado o que publiques sus precios, que por cierto, en general no son tan buenos. Salvo contadas ocasiones, y teniendo en cuenta el poco interés que mostramos por el tremendo aturullamiento que nos producía el entorno, no vimos nada sobresaliente. De hecho encontramos cosas más caras que en España. Eso sí, tienes de todo a mano, tienen stock de todo lo que te puedas imaginar y no dudan en llevartelo a casa montado en carritos de madera tirados por bicicletas (y en España nos molestamos en usar empresas de transportes).

Después de pasear por la zona electrónica, nos dirigimos a la búsqueda de un supermercado para poder observar los productos en las tiendas chinas. Mientras buscábamos lo que al final sería un Wu-Mart nos desplazábamos por un centro comercial subterráneo que iba por debajo de todos los edificios de tecnología. Se trata de uno de los centros comerciales más grandes del mundo con cerca de 700000 metros cuadrados. Es un centro comercial caro para lo que te podrías esperar de china,con tiendas de marca y tal como está de boyante la economía china, abarrotado. En las distintas tiendas de marca muchísimos empleados ociosos ya que los sueldos son tan bajos que las tiendas tienen 14 empleados por ejemplo, en una tienda que en España llevarían 3 a lo sumo.

Tras realizar nuestras compras y ver por ejemplo sacos de arroz de 20 kilos, animales varios presurizados (no querráis saber cuales), fruta realmente cara y muchos prodcutos que no habíamos visto en nuestra vida nos fuimos para el hotel a degustar más platos de la gastronomía china (evitando comernos la carne de pollino, que Platero nos caía bien) y para la cama a finalizar el día.

Os dejamos de regalo una actuación de las que vimos en el Palacio de Verano, grabada con la cámara de fotos así que no esperéis grandes cosas.


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