El autobus litera salió a las 9.30 con destino a Shengzhen. Hay tres filas de literas una sobre otra. En total 42 literas, donde los pies se situaban en un compartimento plastico bajo la cabeza, que quedaba en posición elevada, de la siguiente litera. Bruno lo pasó mal ya que iba demasiado encajonado, además cogió una litera inferior donde era mas dificil estirar la pierna. El viaje se hizo larguisimo y eso que teniamos la agradable compañia de una pareja de holandeses que llevaban dos meses y medio recorriendo china con el transsiberiano y el transmongolia. Ella era estudiante de medicina y se habia tomado un año sabático. Cuatro meses se los habia pasado de voluntaria en Ghana con una ONG.
Los holandeses se bajaron en la gran ciudad anterior a la nuestra, Guangzhou. El viaje se hace muy largo porque muchas de las carreteras son como nuestras comarcales pero con mas baches. Habia ocasiones en las que todo el cuerpo se despegaba de la litera. En los tramos por autopista se podia uno dormir un rato.
Después de 12 horas casi de viaje llegamos a Shengzhen, que es una ciudad con una situacion económica especial en China por ser la frontera con Hong Kong. Te hacen pasar el pasaporte nada mas entrar y en nuestro caso el trámite nos lo hicieron los conductores, nosotros no nos bajamos . El resto de los chinos tuvieron que ponerse los zapatos y salir a tierra.
Por Shengzhen estuvimos 1 hora en bus casi hasta que llegamos a la estacion. Aqui teníamos que dirigirnos a Lon Wu, el puesto fronterizo con Hong Kong . Como siempre y debido a la frontera idiomatica, perdimos ligeramente el tiempo. Nos digeron que el bus 7 pero nos indicaron mal el sentido, aunque no lo tomamos porque vamos aprendiendo de nuestros errores.
Después de un rato dimos con un cuasi inglés parlante que nos dijo que teníamos que cogerlo en sentido opuesto. Cruzamos 5 carriles por un paso alto que olía a rayos , no sabemos si por los camiones de basura que pasaban por debajo.Ya en Lon Wu paramos en la zona comercial para comprar algo en el Walmart (donde se vende casi lo mismo que en usa) y nos dirigimos a la estación.
La estación de transbordo era enorme, larguisima y muy bulliciosa. Tras caminar un par de kilómetros y pasar dos controles de pasaportes (uno chino y otro de Hong Kong) y de saltarnos los controles medicos, supongo que por ser extranjeros nos encontrabamos camino a HK. El tren era muy nuevo, costaba sobre 3.5 euros el trayecto de 35 kms y tardó 40 minutos en recorrerlo. Te deja en el centro turístico, en Kowloon. Era la primera vez que venimos sin hotel porque hay un par de bloques de edificios denominados mansions dentro de los cuales hay hoteles y hostales de distintas categorias. Subimos donde en teoria habia muy buenas habitaciones y nos quedamos horrorizados. No hay palabras para describir los cubiculos de 3 metros cuadrados que te venden como calidad superior por 20 eurazos. Con camas de 45cms y un baño de 1 metro cuadrado con la ducha situada sobre la bacenilla de modo que para ducharse hay que colocarse a horcajadas...
Nuestros bajos estandares nos impidieron quedarnos pese al numero de extranjeros que por alli pululaban. Inmediatamente nos pusimos a buscar un local con internet para localizar un hotel decente.Nos metimos en un Mccafe donde cambiando de mac tienes internet gratis y localizamos un hotel alejado de la zona turistica, con buenas reviews y con un pero, no tener conexión directa con el metro.
El hotel, al que nos costo un poco llegar, tiene varias plantas dedicadas al refugio de niñas y mujeres. Se trata de una cadena hotelera cristiana de ayuda a los necesitados... Ywca anne hotel , aunque por la ciudad hay otro mas y tres para chicos, llamados Ymca. En el hotel las habitaciones son grandes, de más de 15 metros cuadrados, aunque sin internet y con cuatro canales de tv pero con nevera vacía para usar. El mayor contraste es que tienen dos o tres libros religiosos en chino pero si abres cualquiera de las cuatro guias telefonicas te encuentras con muchisimas paginas de contactos.
Después de nuestra toma de contacto bajamos hacia la bahía para ver el espectáculo de luces nocturno que hacen con el skyline. Nos equivocamos de parada y fuimos bajo el mar hasta la isla principal. Desde alli llegamos a tiempo para ver el final del espectaculo, que es impresionante aunque solo sea por ver los rascacielos iluminados.
Despues de hacer una parada en el McCafé de nuevo para navegar y preparar nuestra ruta para el dia siguiente nos fuimos para el hotel realizando una parada de avituallamiento antes.
Por cierto, se me olvidaba, los mapas y transportes en HK están muy bien. En las estaciones de metro te puedes comprar una tarjeta RFID, la octopus, que vale en todos los distintos medios de transporte de la ciudad. Tambien vale como monedero electronico en algunos restaurantes y tiendas. El minimo a cargar son 150 dolares de HK aunque no tienes que gastarlo todo, si no lo gastas y tienes la tarjeta un minimo de 3 meses te devuelven el total sino se quedan con 7 dolares de HK como depósito.
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