domingo, 13 de julio de 2008

Dia 20: Phuket

Nos levantamos a las 7.30 como casi siempre. Nos fuimos a desayunar al CC Blooms que queda a 100 metros de nuestro hotel. El desayuno estaba bastante bien, frutas frescas, zumos , tostadas, croissants , cafés y tés. Nada de comida caliente pero está genial porque el hotel también da al mar y se puede desayunar viendo el mar y las palmeras pero desde la colina.
Ahora os voy a comentar la peculiaridad de este hotel. Es un hotel gay friendly, el dueño del hotel es gay, todos los empleados son gay e incluso la única empleada yo diría que es transexual o sino es una mujer muy fuerte...
Como el check-in hasta las 11:30 no se podía hacer cogimos las motos y nos fuimos a la playa a pasar la mañana. Dejamos todo lo que habíamos comprado en una de las neveras de recepción y luego ya dijeron ellos que pasarían las mochilas y la comida a la nevera de nuestra habitación.
Después de estar en la playa y volver camarón, camarón, por culpa de nuevo de la crema Lantern (que para mi que en vez de ser factor protección 35 es factor pontenciador 35). El tema es que hablando con el de recepción chino nos dijo que era una copia de Lancome, claro... Y se vendía en un supermercado oficial y grande, no en un chiringuito escondido o con pinta de trabajar con mercancías piratas.
Después de estar en la playa (recordad que podéis ver los videos en youtube o las fotos en picasa) nos fuimos al hotel y vimos que nos habían puesto en una habitación de la primera planta sobre la piscina y que era una cama de matrimonio. Los fenómenos nos habían confundido con una pareja gay, suele pasar cuando dos hombres viajan solos por Tailandia y van a un hotel para gays claro. Detalles de la habitación: limpia, bonita, con nevera pequeña y microondas y para dar la nota alegre, crema lubricante, condones y tissues a tutiplen. Ahora a hacer las coñitas que queráis pero el hotel es superbarato con muchos servicios y las habitaciones no están nada mal.
En cuanto a la segunda habitación que cogimos era de tamaño de suite, bastante grande , con una cama de 2m20 que luego separaron en 2 camas de 1m10. La TV con 19 canales y una nevera de tamaño enorme. Eso si, nos econtramos con un problema con nuestra habitación, aparecían cucarachas a gogó. Fuimos a buscar al de recepción que vino con su zapatilla , pensando que sólo sería una, pero luego aparecían más y más... el chino de recepción llamó a los ingenieros (vamos a la gente de mantenimiento) y en un pis pas aparecieron 5 empleados buscando de donde venían las cucarachas. Tened en cuenta que estamos en el medio de la jungla y que los bichos no son tan raros. Nos volvimos a marchar a hacer una ruta turística en moto (imaginad la musiquita de Verano Azul de fondo porque es tal cual) y fuimos recorriendo las playas de la isla para conocerlas y ver lo mejor de cada sitio. También pasamos por los miradores y por otras zonas de interés turístico (de las pocas que hay en Phuket que está más orientada a la playa y al turismo ...). A la vuelta nos comentaron cual había sido el problema. Hasta los hoteles de la montaña no llegan canalizaciones, son canalizaciones propias de desagües y también hay depósitos de agua para las traídas y resultó que había una holgura en el desagüe y se estaban metiendo por ahí, lo solventaron con silicona.
De esta experiencia lo más gracioso fue ver a uno de los empleados con los morros pintados con pintalabios rojo a la búsqueda del enemigo o a la susodicha empleada femenina con cara de matar bichos...
Ese día comimos en un McDonalds en Patong, por esto de comprobar nuestra teoría de McDonalds, y la comida con bebidas nos salió por 360B que son 6€, un auténtico robo para turistas... Toda la zona tiene los precios inflados y tenéis en la misma calle Subway , Starbucks , Burguer King , McDonalds... No recomendable para el futuro, asi que los que vais a venir por aquí ya sabéis , pasando de Patong que es gerundio.
Despues por la noche volvimos a nuestro hotel y nos deleitamos con unos noodles de los del supermercado, estaban muy ricos pero a Bruno le tocaron unos picantes que por poco no le matan. Es el problema de que no traduzcan las etiquetas, claro, en tailandés a ver quien se entera de lo que dicen y si no hay nadie cerca para preguntar no te enteras de si estás pillando spicy o no.

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