lunes, 7 de julio de 2008

Dia 13: Hong Kong y las compras

El domingo fue un día dedicado a hacer compras. Nos despertamos temprano y lo primero que hicimos fue hacernos con el billete de viaje a Bangkok, con salida desde Macau, la antigua colonia portuguesa.

Después de un desayuno en la habitación a base de productos de supermercado (incluido un pastel de chocolate que aqui dicen que es de Japón y que estaba genial) y varios cafés, con la ruta escrita en la libreta de Extensión Universitaria (gracias Óscar) y nuestro mapa de Hong Kong nos fuimos de compras. Empezamos por el cruce entre Nathan Road (la avenida más importante de Hong Kong) y Argile Rd (otra de las vías principales) en Langham Plaza. Un centro comercial de 6 plantas con una bóveda impresionante donde se pueden realizar compras a precios algo más caras que en el Sogo (más en la zona turística).

Lo curioso es que llegamos a las doce menos diez y no había nada abierto. Todos los comercios permanecían cerrados, abriendo a partir de las 12. Además estos días comienzan las rebajas de verano así que estaban poniendo carteles todavía. Nos pasamos porl as tiendas pero es algo más caro que en la zona turística y de todas formas, no hay tallas muy grandes. Lloviznando buscamos la parada del metro y nos dirigimos al siguiente punto de nuestra agenda, el Festival Walk. Un enorme centro comercial con su pista de comida, su pista de patinaje sobre hielo que estaban abriendo cuando llegamos y que un par de horas más tarde estaría a tope y una exposición de Lexus con sus nuevos modelos amenizada por un pianista de Jazz que tocaba piezas archiconocidas y que resonaban a lo largo de las cuatro plantas del centro comercial.

Nos llamó la atención la cola que tenía uno de los locales de comida, uno que servía Dim Sum (el equivalente al branch americano) y también un bufet de postres donde se podía comer todo lo que se quisiera por 9€. Por poco no nos quedamos ahi parados para comer, pero hemos venido aquí a sufrir y ponernos en forma, no a ponernos como tonelitos...

Preguntamos a ver con que tallas trabajaban y sorprendetemente, el 14 de pie de Bruno no lo cataban, pero ni aquí ni en ninguno de los centros que hemos pisado. No tienen muy en cuenta los pies extranjeros esta gente. Tampoco había tallas muy grandes de ropa, no al menos en las tiendas normales. Aunque en las tiendas deportivas si que había y los precios, para prendas originales, eran muy buenos. Te encontrabas camisetas de Nike o Adidas originales por 10-15€.

En cuanto a la electrónica, hay que distinguir dos tipos de comercios en ramas distintas del mercado. El mercado gris maneja importación paralela, productos que no debieran estar a la venta en Hong Kong o a precios por debajo de los marcados por el fabricante. En esos puntos donde el regateo es común es más dificil obtener una garantía internacional y ni nos molestamos en preguntar aunque si vimos cosas curiosas como equipos japoneses o taiwaneses que no encontraríamos en ningún otro sitio. Si preguntamos en cambio en las dos mayores cadenas de Hong Kong, Broadway y Fortress , por determinados modelos ultraportables y ligeros de portátiles y por alguna que otra cámara de fotos. En cámaras los precios eran mejores que Pixmanía, sobre todo porque incluían regalos y había modelos que ya estaban en saldo y que en Europa aún tardarían en ser baratos o competitivos. También por haceros una idea, el Thinkpad X61 se podía comprar por 800€ cuando en Europa el más barato está en los 1400-1600€. Además aqui incluía garantía internacional de 3 años.

Lo de las garantías internacionales pasa a menudo y suele estar bien explicado en la etiqueta del producto. También se puede hablar con los dependientes que suelen tener idea de lo que venden y que además tienen el suficiente inglés como para mantener una conversación sobre el producto. Además en nuestro caso siempre fueron muy amables.

Después de vagabundear y jugar con la idea de hacernos con una Panasonic TZ5 o TZ15 como se denomina aquí en Asia nos fuimos de compras a la zona de las tiendas de deportes, las de zapatos y las de ropa. Son tres mercados que se encuentran todos juntos en el barrio de MongKok. Se dividen en bloques de edificios , manzanas completas repletas de tiendas dedicadas a cada una de estas tres subcategorías. Como paseo muy bien, pero teniendo en cuenta que nuestras mochilas están a tope y que si quisieramos comprar deberíamos tirar lo que traemos, pasamos del asunto.

En una de estas nos metimos en unas galerías algo viejas , buscando un supermercado y nos encontramos con puestos de pornografía china (las típicas japonesas de pechos enormes en las portadas de los dvds), tiendas de software pirata , películas, videoconsolas, juegos para videoconsolas y tiendas de compraventa de electrónica donde vimos productos de rebajas impresionantes, aunque vete tu a saber, y sin tener un nivel decente de chino, como para que no te la metan doblada...

En cuanto a los teléfonos móviles y contestando a un profe en particular, el iPhone nuevo naranjas de la China (nunca mejor dicho) y sin plan de datos nones. Así que a cogerlo con telefónica como todo el mundo. Según Bruno los precios en móviles son normales, muy buenos si consideras que están libres pero subpar comparado con los precios que tienes subvencionados por las compañías.

Después de este día de compras nos fuimos al hotel no sin antes pasar por el supermercado Wellcome de nuevo para el avituallamiento. Nos compramos para cenar unos noodles riquísimos , de chuparse los dedos, que se preparaban con sólo echar el agua caliente. También pudimos ver la Formula 1 en un canal chino con Sopcast (que difícil es seguir la fórmula 1 a veces, cuando no sabes que está pasando) y parte de la épica victoria de Nadal aunque con el sueño que teníamos solo nos dio para ver 3 sets... Eso si, tuvimos la suerte de poder verlo en la tele porque lo echaban en inglés en uno de los cuatro canales que teníamos en el hotel.

El sitio : si eres extranjero los mejores precios parecen ser los del Sogo. Comparado con otros centros comerciales tenía las mayores ofertas. Además comenzaron las rebajas con un día de antelación.

El bullicio : El del Festival Walk en la pista de comida. Con 5 restaurantes distintos de comidas diferentes la food court es un hervidero en la hora punta.

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