martes, 15 de julio de 2008

Dia 22: Phuket

Otra mañana más en el paraíso, otro dia que nos levantamos a las 7 de la mañana, cuando no hay nadie en recepción. Nos hemos tomado algo más liviano ya que ayer nos hemos pasado tela marinera.
Hemos empezado el día bajando a la playa de Kata Beach, hemos estado un rato, un par de bañitos y nos hemos ido hacia el sur de la isla, bordeando la costa. Primero hemos parado en el viewpoint desde donde se ven las dos playas de Kata y la isla. También se ve Karon Beach. a continuación siguiendo por la costa hemos bajado hasta la playa de Nai Harn, eso sí antes hemos parado en el mirador de Cape Phorntep. Desde aquí se tiene una visión de los dos lados de la isla, en un día claro como el de hoy se puede ver el mar varios kilómetros en adelante. En este sitio hay un restaurante enorme, un montón de puestos de ropa y un mirador con un faro y un monumento en honor de los 26 hijos del antiguo rey de Tailandia que resultó ser un excelente almirante marino. El faro es en realidad un tributo a la gente fallecida en el Tsunami. En esta explanada también hay una especie de museo al aire libre al elefante , con un altar a Buda y múltiples elefantes. Como no , no puede faltar un vendedor para colocarte cualquiera de las figuras de artesanía, incluidos los elefantes más enormes que para llevarlos necesitaríamos un container en un barco como mínimo.
Siguiendo hacia el sur hemos pasado por otra de las playas "privadas" donde no se aglutinan turistas como en la de Patong. Es una playa también muy recogida , tipo huevo, donde hay un templo, el más grande de la isla que es el que hace que no construyan resorts, ya que por la existencia del templo a su alrededor , en un radio bastante grande , no se puede construir.
La playa está bien, agreste, como todas en Phuket , no tiene servicios y la bandera es siempre roja de peligro. El mar es bravío y las olas son superdivertidas. Hoy había olas de hasta 2 o 2.5 metros que eran geniales para dejarte llevar, también serían decentes para surfear supongo. Hemos estado un par de horitas, eso sí, yo no me he quitado la camiseta y me he puesto una toalla para cubrirme los brazos y la cara y no quemarme. El sol aquí pega de lo lindo y mejor protegerse, que ni con crema de factor 50 para niños te salvas.
Un poco aburridos de playa nos hemos dirigido de nuevo hacia el sur, pasando por la estación de energía alternativa, un molino de viento que no creo que tenga baterías para dar mucha alternativa, la verdad. Al lado de la estación había un paisano, metido bajo un cobertizo esperando a ver si subía por esta rampa que no sale en ningún mapa algún tursita despistado y le pudiera colocar algo. A nosotros no nos ha colocado nada, pero vamos, que no le veo yo mucho futuro a su negocio ahí arriba. desde aquí hemos podido ver una playa salvaje donde se puede hacer snorkling, además había un buzo en su lancha. El agua estaba totalmente cristalina y no había apenas gente.
Siguiendo hacia el sur hemos llegado a la playa que ponían como excelente, pero que ha resultado ser un muelle para todos los long boats (barcos de madera que se alquilan por días para desplazarte a los islotes de los alrededores) y un poblado de pescadores donde apenas hay aslfatado o acondicionamiento de la zona. Como esto no nos ha llamado la atención hemos seguido (ya pasado el pico de la isla esta vez subíamos hacia Phuket) y nos hemos acercado a Patong, donde hemos leido que hay un Carrefour para hacer más compras y luego ya, irnos al hotel.
Después de localizar el Carrefour (y nos ha costado lo nuestro porque en Patong hay dos calles principales, de comercios, una en un sentido y otra en el otro y si no atinabas tenías que recorrerte una completa de nuevo para poder volver a buscarla) hemos hecho unas compras bastante completitas. Por fin hemos comprado pan, un par de baguettes a precio europeo, unos bollos (que estaban riquísimos) y comida cocinada en el Carrefour que , salvo por una deshonrosa excepción, estaba bastante rica.
En el CC además del Carrefour había un PowerBuy (la cadena de tecnología más grande de Tailandia) que no nos ha llamado la atención, una cine con sección de karaoke y maquinitas y luego muchas zonas de masajes para los guiris y las "novias" de los extranjeros. Las "novias" también tienen aqui ocasión de gastar un poco del dinero de sus acompañantes mientras ellos leen tranquilamente algo fuera.
En el supermercado, hemos experimentado otra vez el fenómeno novia en su máxima expresión. Montones de guiris con sus respectivas haciendo compras de comida (las deben tener en los apartamentos), algunos con sus niños (alguna que los habría cazado o en su defecto el amor que habría podido triunfar).
Nos hemos ido al hotel y antes hemos bajado un rato a Kata buscando entre los distintos tours para ir a las islas. Las ofertas iban desde los 1100B hasta los 3500B. La diferencia estriba en la cantidad de gente que va en cada barco, la velocidad de éste y el tiempo que se puede pasar en cada sitio o a qué hora se llega a cada sitio. Después de dar un paseo nos decidimos por uno de 1500B que tenía buena pinta asíque le dijimos a la chica que íbamos a ver como era en el hotel y que luego bajábamos a contratarlo.
El problema es que subimos al hotel pero después cayó la del pulpo, el monzón en todo su esplendor y claro, cero ganas de bajar a ningún lado, con lo cual nos quedamos en la habitación. Además ponía en windgurú y en otros sitios web de tiempo que iba a llover todo el día siguiente.


El detalle: Mientras íbamos por una de las calles uno de los ladyboys nos ha hecho señas para que entrásemos en su negocio , JA JA JA. No entro yo ahi ni loco.
El fenómeno: ¿Por qué siempre hay un negociante fenómeno? Aparcamos las motos cada uno enfrente de un sitio de tours, entre medias un hindú que me quería hacer unos trajes, hablamos con los dos y el fenómeno dijo que como había visto que mi amigo había entrado en la tienda que le diera yo precio, que a él no le gustaban los que regateaban (coño, el primero que vemos) y que nos daba el precio puesto en el folleto que me ofrecía como bueno. Claro , voy a pagarte el doble de lo que me piden los demás por tu cara bonita, hasta luego lucas.
La graciosa: Mientras estábamos en uno de los tours vino una "trabajadora" de uno de los bares que están por todas partes a intentar que la contrataran... Realmente no era graciosa...

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