Dia 9 : Yangzhuo

Después de hacer nuestras habituales gestiones nocturnas en internet nos costó algo levantarnos. Tras un suave desayuno a base de galletas y agua, no veas que timo el café por aqui y que pereza da buscarlo nos fuimos a buscar un medio de transporte para una de las excursiones que nos recomendo Alfredo, el expat dueño de tres negocios aqui en Yangzhuo.

Encontrar bicis grandes para tios altos como nosotros tuvo su miga pero tras intentar que no dejaran ir a los dos en una moto de gasolina (en las eléctricas ya no se nos ocurriria) y que no pudiera ser nos llevamos las mas grandes y salimos a la aventura. 


Tras avanzar un par de kilometros ya teniamos pegado a un Indurain chino de los que intentan vederte incluso a tu madre. Nosotros diciendole que se fuera, que no queríamos guia y el tio que nos seguia kilómetros y kómetros. Nos deshicimos de el con la tecnica de la parada. Nos sentamos en un puente y no nos movimos hasta que se fue. Pero mientras estabamos hablando con una belga él nos habia robado una pequeña botella de agua.

Seguimos rio arriba pedaleando entre arrozales y picifsctorias caseras hasta que al fin llegamos al puente Yulong. Ahi entraron de nuevo nuestras habilidades negociadoras. Conseguimos rebajar 30 rmb lo que habian pagado un par de yankees y ademas nos llevaron mas lejos.

La bajada por el rio genial, en una pequenha lancha de bambú movida con una vara alargada y disfrutando de las montañas escarpadas, los ancianos trabajando y los búfalos de agua peleandose.  Al bajar vimos a unos chinos tirandose al río con gafas de bucear para pescar. Se tiraban en calconcillos, que asquito, con lo sucia que bajaba el agua y la pinta de traer infecciones que tenía.


Cuando llegamos a la ciudad estabamos como camarones, la crema de factor 30 no nos valió para nada y el aftersun aun era peor. Habiamos llegado a los 40 grados de dia y de noche estabamos en 28 con 90 de humedad. Como habíamos comprado la crema en el super fuimos de nuevo a buscar body milk o similar para hidratar la piel, pero no , la encargada de perfumería nos quería volver a vender los mismos mejunjes que no habían funcionado previamente y estaba cabreada con nosotros porque decía que los productos funcionaban que era cosa nuestra no saber aplicarlos. A ella lo que más le fastidió es que se lo dijeramos a una madre con su hijo de 18 años y le fastidiaramos la venta.



Por la noche estuvimos de cháchara con los yankees de nuevo, comentando las anécdotas del día mientras ellos se bajaban una botella de whiskey "Jack Daniels" que no sabía nada a Jack y tampoco era Daniels. Pero bueno, lo que ellos se ahorran comiendo en restaurantes para chinos y durmiendo en hostales de backpackers se lo compensan bebiendo alcohol de poca calidad.

El  trayecto: Merece la pena subir a Yulong en coche y bajar directamente en bambú, te ahorras un tremendo esfuerzo y el paisaje a la bajada es el mismo que a la subida.
Los impresentables:  Mientras bajábamos el rio todo era muy tranquilo, pero fue llegar al último punto donde podía ir el barquero y ahí estaban los chinos, montando el lío y esperpento en un tour con 50 en barcas jugando a tirarse agua con rifles...